
Actualmente en esta zona, visitada anualmente por más de 20 mil personas en período vacacional, está compuesta por tres edificios (uno solo y dos conjuntos), dos estructuras más, denominado “juego de pelota” y el nuevo montículo en el que se trabaja desde el 23 de marzo de este año, con apenas el 13 por ciento de avance de toda la estructura.
Por precisión del arqueólogo Francisco Cuevas Reyes, investigador del centro INAH-Tabasco y director del proyecto arqueológico Morales-Reforma, la elevación consta de cuatro fachadas en la que apenas se lleva explorada y trabajada la mitad de una, ya que consta de ocho partes.
Cuevas externó que este proyecto se retomó en 2006 confeccionando un plano del sitio en el que se propuso trabajar en este edificio por dos razones fundamentales:
La primera, para evitar su destrucción, ya que había una serie de árboles en la cima que comenzaban a derrumbarse afectando la estructura.
“La idea es ir completando las partes del pueblo, para completar el plano, ya que es mucho mayor la extensión del sitio”, afirmó.
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