sábado, 10 de mayo de 2008

Hunab Ku en las Teorías Mayas


Con el descubrimiento del legado Maya, cada vez somos más quienes nos maravillamos con estos astrónomos, matemáticos, físicos, ingenieros y constructores; que poseían una sabiduría tanto o más contundente que la de nuestros actuales científicos.
Las fuentes escritas de esta civilización mencionan a una deidad creadora llamada Hunab Ku, "Dios Uno", existente en si mismo, al margen del tiempo y del espacio.

Este "Dios Creador", centro de la galaxia, corazón y mente del creador reúne los grandes opuestos cósmicos y su dualidad se representa en un símbolo que plasma la permanente evolución del ser humano.

Se ubica como la Unidad en el centro del calendario maya y los contrastes del símbolo evocan eras de oscuridad dando paso a los tiempos de luz.

Hunab Ku representa la eterna batalla entre la ignorancia y la conciencia, de la cual el espíritu humano emerge y florece. Esta deidad afirma su divinidad descendiendo al "segundo nivel", según los libros sagrados mayas, para crear el universo.

Su imagen entrelaza las dos contrapartes, y representa la teoría de como se originó el universo con la mezcla del agua y el fuego.

No obstante habla de lo siguiente: cuando hablamos y hacemos referencia de la voluntad que es el rumbo Sur, el color azul en nuestro universo estamos adquiriéndola y viviendo en comunión con ella.

Una vez aplicada en nuestra vida, esta acción, nos lleva al equilibrio permanente, a edificar cimientos firmes, el rumbo Oeste, el color blanco por ende entramos en cambios genuinos y constantes este es el rumbo Este del universo, el lado rojo la zona de la sabiduría y la inteligencia, que una vez que la mantenemos nos lleva a la transmutación, llegando al rumbo Norte, el lado negro en donde somos, llegamos y permanecemos en plenitud como seres humanos.

Movernos de esta manera nos otorga una oportunidad de evolucionar en este plano físico.

Las grandes almas tienen fuerza de voluntad, las otras solo deseos.

Si bien existían "esencias" menores, como por ejemplo Chac, el dios de la lluvia, Hunab Ku era el centro de todo, y hacia allí y a través del sol, dirigían su mirada al estudiar las estrellas.

Los datos científicos recopilados en estos años respaldan esto:

En septiembre de 1994, todas las líneas magnéticas terrestres sufrieron disturbios, disminuyendo y moviéndose; lo cual ocasionó que muchas ballenas encallaran, y pájaros en migración se perdieran. Incluso en los aeropuertos, hubo que reimprimir mapas y los aviones tuvieron que aterrizar manualmente.

En 1996, Soho, (el satélite enviado a estudiar al Sol), descubrió que nuestra estrella ya no tenía polo norte ni polo sur, sino que se había convertido en un solo campo magnético, ya que las polaridades se homogeneizaron.

En el mismo año (1996), se produjo un "bamboleo" magnético que ocasionó que nuestro Polo Sur, en un solo día, se moviera 17º de su posición, comportándose erráticamente.

En el 1997, se registraron grandes tormentas magnéticas provenientes del Sol, que incluso destruyeron satélites que orbitaban la Tierra.

Según las mediciones comparadas, la Tierra se ha acelerado y ha perdido gran parte de su energía magnética, ya que en 1996, teníamos 4 Gaus, y en 1999, había disminuido a 1.5 Gaus.

La aceleración de la frecuencia vibratoria terrestre se percibe en los valores de 1997, cuando era de 7.8 Hz, mientras que en 1999 se elevó a 11.5 Hz.



¿EN QUE NOS AFECTA ESO?

Estudios realizados en cosmonautas rusos, en un ambiente con magnetismo artificial, mostraron que al disminuir a 0 Gaus, primero se produce en la persona gran confusión, luego manifiesta agresividad en aumento, hasta llegar a la locura; lo cual implica que el electromagnetismo influye directamente en la conciencia y la razón. A su vez, la aceleración terrestre de la frecuencia nos afecta vibracionalmente, transmitiéndonos la misma agitación.

Sabemos que lo que llamamos "el sonido del silencio" o sea la resonancia Schuman es de 7.1 Hz, en donde todo entra en armonía, equilibrándose.

En nuestro cuerpo, las ondas cerebrales se dividen en Beta, Alfa, Theta y Delta, y están medidas en Hertzios.

Beta, el estado de alerta, consciente y lúcido, se encuentra entre 12-30 Hz;

Alfa, el estado más relajado, de meditación y ensueño, es de 8 a 12 Hz,

Theta de 4 a 8 Hz

Delta de 1 a 4 Hz.

Cuanto más profunda es nuestra relajación, más baja es la frecuencia.

Sabemos que necesitamos descansar para seguir adelante con renovadas fuerzas, pero ... ¿Sería posible la relajación si la vibración circundante y envolvente de la Tierra es tan elevada?

Eventualmente, comenzaría a provocar en la gente insomnio, incapacidad de concentración, nerviosismo, características cada vez más acentuadas en estos últimos años, que se achaca muchas veces al ritmo de vida estresante de la sociedad moderna; pero al ir esto en incremento; ¿Podría soportar una persona que no pueda manejar sus emociones, que no sepa entrar en un estado de conciencia más profundo y relajado, que no pueda crear un campo magnético propio? Es muy probable que no.

Se plantea seriamente entonces la necesidad de evolucionar, de cambiar en una forma más elevada, ya que según los Mayas, esta aceleración planetaria, y su consiguiente pérdida de campo magnético irá en aumento, llegando tal vez a 0 Gaus, e invirtiéndose la polaridad planetaria, lo cual nos afectaría enormemente.

El temor cada vez más manifiesto, la locura callejera, la violencia inconcebible, la desazón y la fatiga moral, son una demostración clarísima de que tan poderosos son los efectos de la perturbación a gran escala de nuestro planeta, vibracional y electromagnéticamente.

La fecha clave del final de este proceso, es el año 2012, cuando termina el "Tiempo del No-Tiempo".

Resulta curioso que, según los estudios matemáticos de Paracelso, sobre el llamado "Final del Tiempo", la época marcada por finales o principios, ronda exactamente entre los años 2012 al 2017 (lo cual se correlaciona con el calendario de Nostradamus, cuyo desfasaje se produce debido al calendario gregoriano, adoptado hasta la fecha).

También es una incógnita que los Mayas hablaran del "No Tiempo" y Paracelso llamara "Fin del Tiempo" a ese período donde todos los calendarios se terminan.

De hecho, los Mayas nos transmiten un mensaje de esperanza, ya que nos dicen que ésta época es el "Final del Miedo". Si somos capaces de enfrentar este nuevo destino, podremos sobrevivir como especie y civilización, pero el tiempo corre y hay que decidirse, porque la primera profecía, marca los últimos 13 años, contando a partir de 1999, desde el momento del eclipse anular de Sol del 11 de agosto, que también anunciaron en sus mediciones.

En estos tiempos, cada individuo debe decidir sobre el futuro de la humanidad; antes del sábado 22 de diciembre de 2012 ... el último día del "No Tiempo", según los Mayas

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