sábado, 31 de mayo de 2008
Narcos incendian tierras y amenazan ruinas mayas en Guatemala
CIUDAD DE GUATEMALA, mayo 31 (Reuters) - Los incendios provocados por personas que supuestamente trabajan para narcotraficantes en zonas selváticas de Guatemala están amenazando las investigaciones en uno emplazamiento maya, centro de pirámides y templos.
Arqueólogos locales y de Estados Unidos que acudieron hasta sitio La Corona, en el norte del país, para realizar mapas de decenas de enormes ruinas mayas, tuvieron que cambiar la semana pasada sus instrumentos científicos por machetes y cubetas de agua para luchar contra el fuego.
Los especialistas combatieron el fuego por dos semanas, ayudados por barreras naturales y lluvias, que contribuyeron a controlar las llamas, pero los invasores de tierras simplemente causaron más siniestros muy cerca del emplazamiento maya de más de 1.200 años de antigüedad.
"Pudimos controlar algunos de los incendios pero los invasores simplemente los encendieron de nuevo", dijo Mariela López, directora del servicio de protección forestal del norteño departamento de Petén.
La región de Petén, que anida animales salvajes como jaguares y guacamayas, es prácticamente tierra de nadie para los narcotraficantes que mueven drogas desde Sudamérica hacia México con rumbo hacia Estados Unidos.
Personas asentadas ilegalmente en la zona limpian la selva para construir pistas de aterrizaje clandestinas para pequeños aviones cargados con cocaína.
Estas bandas, y personas que trabajan para ellos y que vive en unas 324.000 hectáreas en el parque nacional Laguna del Tigre y que rodea el sitio La Corona, considera a los arqueólogos como una amenaza.
"La presencia de un proyecto como este es un problema para ellos porque es una presencia permanente y puede haber un monitoreo muy detallado de las actividades de ellos", dijo a Reuters Tomás Barrientos, que dirige el proyecto La Corona.
La técnica de tala y quema de bosques en el norte de Guatemala ha provocado que el bosque nativo desaparezca a una de las tasas más altas en el mundo.
Delincuentes han operado en el área de Petén desde la década de 1960, cuando saquearon los templos de La Corona y vendieron la mercancía robada a coleccionistas privados.
Los arqueólogos buscaron el sitio por décadas luego de descubrir una serie de esculturas mayas de entre el 600 y el 900 DC en museos de Europa y Estados Unidos.
En el 2005, investigadores identificaron La Corona como el sitio de donde fueron robadas esas piezas luego de hallar en el lugar un panel con los mismos extraños glifos con figuras de cabeza de serpiente que las piezas.
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